viernes, 31 de agosto de 2012

30-31 de agosto: La CNT AIT se mueve contra el paro



30-31 de agosto: La CNT AIT se mueve contra el paro

Actualización V31:
En la primera de las dos jornadas de movilización contra el paro y los recortes convocadas a nivel estatal por el sindicato CNT, se han sucedido las distintas acciones en ciudades como Madrid, Valladolid, Compostela, Córdoba, Requena, Sant Feliú, Valencia y Elche.
Las acciones han comprendido desde concentraciones, manifestaciones, pegadas de carteles, hasta ocupaciones de delegaciones de empleo como las llevadas a cabo en Córdoba, Madrid o en Sant Feliú de Llobregat.
Hoy viernes continuarán las acciones previstas en distintas ciudades.
La central anarcosindicalista promueve actos y concentraciones para los días 30 y 31 de agosto, ante las oficinas del servicio público de empleo de decenas de ciudades. La campaña continuará en septiembre con actos contra la banca.

Dentro de la campaña iniciada por la CNT contra la reforma laboral, los recortes y el paro, el sindicato ha convocado, los días 30 y 31 de agosto, actos en las oficinas del servicio público de empleo en decenas de ciudades, para denunciar la situación por la que pasan los más de cinco millones de trabajadores y trabajadoras en paro que hay actualmente en España, y que para CNT son producto directo de la política económica del gobierno.
La CNT considera que ninguna salida a la crisis de la economía podrá ser efectiva ni útil para la sociedad si no pasa por el reparto del trabajo y de la riqueza. “Sólo consiguiendo una mejora sustancial de las condiciones de vida de los más desfavorecidos por el sistema y sus crisis, lograremos avanzar como sociedad,” afirman desde el Secretariado Confederal.
Los anarcosindicalistas entienden que el futuro que prevé el gobierno y los dueños del poder económico y financiero es terrible y ya está escrito: “El sistema ya ha descontado a los parados como problema; que las medidas aprobadas no van a hacer sino agravarlo, por lo que asume que el paro existente va a ser de larga duración y que para esos trabajadores despedidos o esos jóvenes que nunca han trabajado no va a haber un empleo en la próxima década. Y eso es algo que no podemos aceptar, porque es una condena para las familias obreras que ya ha sido dictada por el poder”.
CNT considera que el debate suscitado por la renovación del Plan Prepara no hace sino poner de manifiesto al carácter insuficiente del anterior plan, tanto en las cantidades como en la cobertura y el insulto a la dignidad de los trabajadores que suponen las reformas introducidas en la prórroga aprobada por el gobierno, cuando se manejan para subsidios y prestaciones, cantidades totalmente insuficientes para paliar la dramática situación que el desempleo masivo está creando en los millones de trabajadores que no reciben ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas.
Para CNT, “la reforma del Prepara, unida el recorte en la prestación por desempleo, las nuevas dificultades para el acceso a la renta de inserción, y las recientes reformas para favorecer los despidos en la empresa privada y en la administración pública, acordadas por el gobierno del PP, no hacen sino poner de manifiesto que los trabajadores y trabajadoras en paro son la última prioridad de los gobiernos, que mientras dedican millones de euros al rescate de la banca y al pago de una deuda ilegítima, no hacen sino recortar la protección social contra los efectos que sus propias políticas generan”.
Ante este escenario, la CNT llama a salir a la calle a los trabajadores, especialmente a quienes estan en paro, a los que llama a organizarse y tomar la calle, haciendo del paro un problema social y político, exigiendo un cambio en las políticas que se aplican desde Madrid-Berlín, afirmando que “nadie va a regalarnos nada, no conseguiremos un trabajo o una prestación dignas si no nos convertimos en un problema social: mientras estemos encerrados en nuestras casas, nos irán golpeando más y más duro; si queremos que nos consideren personas y que se atienda a nuestros derechos, tendremos que golpear nosotros, para que se nos vea, se nos oiga y para demostrar que tenemos dignidad”.
Para CNT también es importante subrayar que, “En cualquier caso, no volveremos al escenario anterior; ni lo queremos”, sino que en estos momentos es cuando “podemos buscar alternativas reales y prácticas; ahora es cuando la sociedad en su conjunto tiene que interiorizar que el capitalismo no funciona, que no es capaz de producir bienestar, sino desigualdades y por lo tanto, tenemos que construir una nueva economía”.
En esa línea, y partiendo de la necesidad de repartir el trabajo y la riqueza, el sindicato propone:

REPARTO DEL TRABAJO
- Reducción de la jornada laboral semanal a 30 horas, sin reducción salarial.
- Prohibición del pluriempleo y de de las horas extraordinarias salvo las que se deriven de catástrofes naturales.
- Cese de las prácticas gratuitas y similares en las empresas: todo trabajo debe ser remunerado dignamente.
- Fijación de la edad de jubilación a los 55 años y prohibición de la permanencia en el puesto de trabajo una vez superada esa edad.
- Aumento del período de vacaciones a 31 días laborables anuales y del permiso de maternidad-paternidad a los 3 primeros años.
REPARTO DE LA RIQUEZA
- Aumento de la cobertura de la prestación por desempleo. Tanto en período de cobertura como en la cuantía de la prestación.
- Cobertura universal de los trabajadores y trabajadoras en paro, que agoten su prestación o no tengan derecho a ella, mediante un
ingreso que le permita satisfacer sus necesidades básicas.
- Cese de las prácticas gratuitas y similares en las empresas: todo trabajo debe ser remunerado dignamente.
- Fijación de la edad de jubilación a los 55 años y prohibición de la permanencia en el puesto de trabajo una vez superada esa edad
- Eliminación del negocio de la “formación para el empleo” del que. se benefician “sindicatos” y empresarios, destinando los recursos al sistema público de formación profesional.
- Aumento del período de vacaciones a 31 días laborables anuales y del permiso de maternidad-paternidad a los 3 primeros años.
- Eliminación de los contratos precarios de formación y prácticas, fomento del empleo, contratos temporales y precarios.
Secretaría de Prensa
Secretariado Permanente del Comité Confederal

CompostelaValencia
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Bakunin, elecciones y democracia

El siguiente texto es un resumen elaborado a partir del compilado de escritos de Mijaíl Bakunin en base al capitulo llamado “Crítica de la sociedad existente” correspondiente al Tomo I de Escritos de filosofía política (compilado de Maximoff). Se ha rescatado aquellas partes donde Bakunin se refiere a la Democracia y las elecciones. Los títulos en negrita son del compilador (Maxinoff) y naturalmente, el desarrollo del texto es obra de Mijaíl Bakunin.

BakuninMientras el pueblo alimente, mantenga y enriquezca a los grupos privilegiados de la población mediante su trabajo, incapaz de auto-gobierno por verse forzado a trabajar para otros y no para sí, estará invariablemente regido y dominado por las clases explotadoras. Esto no puede remediarlo ni siquiera la constitución más democrática, porque el hecho económico es más fuerte que los derechos políticos, que sólo pueden tener significado y realidad mientras reposen sobre él.
La igualdad de derechos políticos o Estado democrático constituye la más flagrante contradicción terminológica. El Estado o derecho político denota fuerza, autoridad, predominio; supone de hecho la desigualdad. Donde todos gobiernan, ya no hay gobernados, y ya no hay Estado. Donde todos disfrutan del mismo modo de los mismos derechos humanos, todo derecho político pierde su razón de ser. El derecho político implica privilegio, y donde todos tienen los mismos privilegios, allí se desvanece el privilegio, y junto a él el derecho político. Por consiguiente, los términos «Estado democrático» e «igualdad de derechos políticos» implican nada menos que la destrucción del Estado y la abolición de todo derecho político.
El término «democracia» se refiere al gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, y la palabra pueblo se refiere a toda la masa de ciudadanos —actualmente es preciso añadir: y de ciudadanas— que forman una nación.
En este sentido, nosotros sin duda somos todos demócratas.
La democracia como «Gobierno del Pueblo» es un concepto equívoco. Pero al mismo tiempo hemos de reconocer que el término democracia no basta para una definición exacta, y que si se le considera aislado, como acontece con el término libertad, sólo puede prestarse a interpretaciones equívocas. ¿No hemos visto llamarse demócratas a los plantadores y propietarios de esclavos del Sur, y a todos sus partidarios en el Norte de los Estados Unidos? Y el cesarismo moderno, que pesa como una terrible amenaza sobre toda la humanidad europea, ¿no se llama también a sí mismo democrático? E incluso el imperialismo moscovita y de San Petersburgo, este «Estado puro y simple», ideal de todos los poderes centralizados, militares y burocráticos, ¿no aplastó recientemente a Polonia en nombre de la democracia?

Explotación y gobierno
La explotación y el gobierno son dos expresiones inseparables de lo que se denomina política; la primera suministra los medios para llevar adelante el proceso de gobernar y constituye también la base necesaria y la meta de todo gobierno, que a su vez garantiza y legaliza el poder de explotar. Desde el comienzo de la historia, ambos han constituido la vida real de todos los Estados teocráticos, monárquicos, aristocráticos, e incluso democráticos. Antes de la Gran Revolución, hacia finales del siglo XVIII, el vínculo íntimo entre explotación y gobierno estaba oculto por ficciones religiosas, nobiliarias y caballerescas; pero desde que la mano brutal de la burguesía ha desgarrado esos velos bastante transparentes, desde que el torbellino revolucionario desperdigó las vanas fantasías tras de las cuales la Iglesia, el Estado, la teocracia, la monarquía y la aristocracia mantenían serenamente durante tanto tiempo sus abominaciones históricas; desde que la burguesía, cansada de estar en el yunque, se convirtió en el martillo e inauguró el Estado moderno, este vínculo inevitable se ha revelado como verdad desnuda e indiscutible.

Capitalismo y democracia representativa
La producción capitalista moderna y la especulación bancaria exigen para su pleno desarrollo un gran aparato estatal centralizado, pues sólo él es capaz de someter a su explotación a los millones de asalariados.
Mientras el sufragio universal se ejerza en una sociedad donde el pueblo, la masa de trabajadores, está ECONÓMICAMENTE dominada por una minoría que controla de modo exclusivo la propiedad y el capital del país, por libre e independiente que pueda ser el pueblo en otros aspectos o parezca serlo desde el punto de vista político, esas elecciones realizadas bajo condiciones de sufragio universal sólo pueden ser ilusorias y antidemocráticas en sus resultados, que invariablemente se revelarán absolutamente opuestos a las necesidades, a los instintos y a la verdadera voluntad de la población.
Bajo el capitalismo, la burguesía está mejor equipada que los trabajadores para hacer uso de la democracia parlamentaria. Es cierto que la burguesía sabe mejor que el proletariado lo que quiere y lo que debe querer. Esto es verdad por dos razones: primero, porque es más culta, porque tiene más ocio y muchos más medios de todo tipo para conocer a las personas a las que elige; y segundo, y esta es la razón principal, porque el propósito que persigue no es nuevo ni inmensamente vasto en sus fines, como acontece con el del proletariado. Al contrario, es un propósito conocido y completamente determinado por la historia y por todas las condiciones de la situación actual de la burguesía; no es más que la preservación de su dominio político y económico. Esto se plantea de modo tan claro que resulta bastante fácil adivinar y saber cuál entre los candidatos solicitantes de los votos electorales burgueses es capaz de servir bien a sus intereses. En consecuencia es seguro, o casi seguro, que la burguesía estará siempre representada de acuerdo con sus deseos más íntimos.
A mi juicio está claro que el sufragio universal constituye la manifestación más amplia, y al mismo tiempo más refinada, de la charlatanería política estatal; es sin duda alguna un instrumento peligroso, que exige de quienes lo utilizan una gran habilidad y competencia, pero que al mismo tiempo, si esas personas aprenden a utilizarlo, puede convertirse en el medio más seguro para hacer que las masas cooperen a la construcción de su propia cárcel. Napoleón III construyó su poder enteramente sobre el sufragio universal, que nunca traicionó su confianza. Y Bismarck hizo de él la base de su Imperio Látigo-Germánico.

El SISTEMA REPRESENTATIVO SE BASA SOBRE UNA FICCIÓN

La discrepancia básica. La falsedad del sistema representativo descansa sobre la ficción de que el poder ejecutivo y la cámara legislativa surgidos de elecciones populares deben representar la voluntad del pueblo, o al menos de que pueden hacerlo. El pueblo quiere instintiva y necesariamente dos cosas: la mayor prosperidad material posible dadas las circunstancias, y la mayor libertad para sus vidas, libertad de movimiento y libertad de acción. Es decir, quiere una organización mejor de sus intereses económicos y la ausencia completa de todo poder, de toda organización política, pues toda organización política desemboca inevitablemente en la negación de la libertad del pueblo. Tal es la esencia de todos los instintos populares.
¿Cómo puede el pueblo —aplastado por su trabajo e ignorando la mayoría de las cuestiones en curso— controlar los actos políticos de sus representantes?
¿No es evidente que el control ejercido en apariencia por los electores sobre sus representantes es, en realidad, una pura ficción? Puesto que el control popular en el sistema representativo constituye la única garantía de libertad popular, es obvio que esta libertad misma no es sino pura ficción.

Abismo entre quienes gobiernan y quienes son gobernados. Pero las finalidades instintivas de quienes gobiernan —de quienes elaboran las leyes del país y ejercitan el poder ejecutivo— se oponen diametralmente a las aspiraciones populares instintivas debido a la posición excepcional de los gobernantes. Sean cuales fueren sus sentimientos e intenciones democráticas, sólo pueden considerar esta sociedad como un maestro de escuela considera a sus alumnos, dada la elevada posición en la cual se encuentran. Y no puede haber igualdad entre el maestro de escuela y los alumnos. Por una parte está el sentimiento de superioridad inspirado necesariamente por una posición superior; por otra está el sentimiento de inferioridad inducido por la actitud de superioridad del profesor que ejerce el poder ejecutivo o legislativo. Quien dice poder político dice siempre dominación. Y donde existe la dominación, una parte más o menos considerable del pueblo está condenada a ser dominada por otros. Por lo mismo, es bastante natural que quienes estén dominados detesten a los dominadores, y que los dominadores deban reprimir y en consecuencia oprimir necesariamente a quienes les están sometidos.

La posesión del poder induce a un cambio de perspectiva. Tal ha sido la eterna historia del poder político desde el momento mismo de establecerse en este mundo. Esto explica también por qué y cómo hombres demócratas y rebeldes de la variedad más roja mientras formaban parte de la masa del pueblo gobernado, se hicieron extremadamente conservadores cuando llegaron al poder. Por lo general, estos retrocesos suelen atribuirse a la traición. Pero es una idea errónea; en su caso, la causa dominante es el cambio de posición y perspectiva.
Puesto que el Estado político no tiene otra misión que la de proteger la explotación del trabajo popular por parte de las clases económicamente privilegiadas, el poder de los Estados sólo puede ser compatible con la libertad exclusiva de las clases a las que representa, y por esta misma razón está destinado a oponerse a la libertad del pueblo. Quien dice Estado dice dominación, y toda dominación supone la existencia de masas dominadas. Por consiguiente, el Estado no puede tener confianza en la acción espontánea y en el movimiento libre de las masas, cuyos intereses más queridos militan contra su existencia. Es su enemigo natural, su invariable opresor, y aunque tiene buen cuidado de no confesarlo abiertamente, tiende a actuar siempre en esta dirección.

Desde el punto de vista radical, hay poca diferencia entre la monarquía y la democracia. Ignoran que el despotismo no reside tanto en la forma del Estado o del poder como en el principio mismo del Estado y del poder político; ignoran que, en consecuencia, el Estado republicano tiende por su misma esencia a ser tan despótico como el Estado gobernado por un emperador o un rey. Sólo hay una diferencia real entre ambos. Uno y otro tienen por base y meta esencial la esclavización económica de las masas para beneficio de las clases poseedoras. Difieren, en cambio, en que para conseguir esta meta el poder monárquico —que en nuestros días tiende inevitablemente a transformarse en una dictadura militar— priva de libertad a todas las clases, e incluso a aquélla a la que protege en detrimento del pueblo... Se ve forzado a servir los intereses de la burguesía, pero lo hace sin permitir a esa clase interferir de modo serio en el gobierno de los problemas del país...

Por sí misma, la república no presenta solución para los problemas sociales. Es evidente que la democracia sin libertad no puede servirnos como bandera. Pero ¿qué es esta democracia basada sobre la libertad más que una república? La unión de la libertad con el privilegio crea un régimen de monarquía constitucional, pero su unión con la democracia sólo puede realizarse en una república... Todos somos republicanos en el sentido de que, llevados por las consecuencias de una lógica inexorable, advertidos de antemano por las ásperas pero, al mismo tiempo, saludables lecciones de la historia, por todas las experiencias del pasado y, sobre todo, por los acontecimientos que han proyectado sus tinieblas sobre Europa desde 1848, como también por los peligros que nos amenazan hoy, hemos llegado todos igualmente a esta convicción: que las instituciones monárquicas son incompatibles con el reino de la paz, la justicia y la libertad.
Detestamos la monarquía con todo nuestro corazón; nada mejor podemos pedir que su derrocamiento en toda Europa y en todo el mundo, pues estamos convencidos, como vosotros, de que su abolición es la condición indispensable para la emancipación de la humanidad. Desde este punto de vista somos francamente republicanos. Pero para emancipar al pueblo y darle justicia y paz, no creemos que sea suficiente derrocar a la monarquía. Estamos firmemente convencidos de lo contrario, es decir, de que una gran república militar, burocrática y políticamente centralizada puede convertirse, y necesariamente se convertirá, en un poder conquistador respecto de otros poderes y opresivo para con su propia población, y de que se demostrará incapaz de asegurar a sus súbditos —aunque se llamen ciudadanos— el bienestar y la libertad. ¿No hemos visto a la gran nación francesa constituirse por dos veces como república democrática, y perder por dos veces la libertad, viéndose arrastrada a guerras de conquista?

La justicia social es incompatible con la existencia del Estado. El Estado implica violencia, opresión, explotación e injusticia erigidas en sistema y transformadas en fundamento de la sociedad. El Estado nunca tuvo y nunca tendrá moralidad alguna. Su moralidad y su única justicia es el supremo interés de la auto-preservación y el poder omnímodo, interés ante el cual toda la humanidad debe arrodillarse en adoración. El Estado es la completa negación de la humanidad, una negación doble: lo contrario de la libertad y la justicia humana, y una brecha violenta en la solidaridad universal de la raza humana.
Por democrático que pueda ser en su forma, ningún Estado —ni siquiera la república política más roja, que es una república popular en el mismo sentido que la falsedad definida como representación popular— puede proporcionar al pueblo lo que necesita, es decir, la libre organización de sus propios intereses de abajo arriba, sin interferencia, tutela o violencia de los estratos superiores. Porque todo Estado, hasta el más republicano y democrático —incluyendo el Estado supuestamente popular concebido por el señor Marx— es esencialmente una máquina para gobernar a las masas desde arriba, a través de una minoría inteligente y por tanto privilegiada, que supuestamente conoce los verdaderos intereses del pueblo mejor que el propio pueblo.
De este modo, incapaces de satisfacer las exigencias del pueblo o de suprimir la pasión popular, las clases poseedoras y gobernantes sólo tienen un medio a su disposición: la violencia estatal, en una palabra, el Estado, porque el Estado implica violencia, un gobierno basado sobre una violencia disfrazada o, en caso necesario, abierta y sin ceremonias.
El Estado, cualquier Estado —aunque esté vestido del modo más liberal y democrático— se basa forzosamente sobre la dominación y la violencia, es decir, sobre un despotismo que no por ser oculto resulta menos peligroso.
El Estado mundial, tantas veces intentado, siempre ha acabado siendo un fracaso. Por consiguiente, mientras un Estado exista habrá otros varios, y puesto que cada uno tiene como única meta y ley suprema su preservación en detrimento de los demás, se deduce de ello que la existencia misma del Estado implica una guerra perpetua, la negación violenta de la humanidad. Todo Estado debe conquistar o ser conquistado. Todo Estado basa su poder sobre la debilidad de otros poderes, y —si puede hacerlo sin minar su propia posición.... sobre su destrucción.
Desde nuestro punto de vista sería una terrible contradicción y una ridícula ingenuidad declarar el deseo de establecer una justicia internacional, una libertad y una paz perpetuas, y al mismo tiempo querer mantener el Estado. Es imposible hacer que el Estado cambie de naturaleza, porque es Estado únicamente gracias a ella, y abandonándola dejaría de ser un Estado. Por consiguiente, no puede ni podrá haber un Estado bueno, justo y moral.
Todos los Estados son malos en el sentido de que por su naturaleza, es decir, por las condiciones y objetivos de su existencia, representan lo opuesto a la justicia, la libertad y la igualdad humana. En este sentido no hay mucha diferencia, aunque se diga lo contrario, entre el bárbaro imperio ruso y los Estados más civilizados de Europa. La diferencia consiste en que el imperio del zar hace abiertamente lo que los demás hacen de modo subrepticio e hipócrita. Y la actitud franca, despótica y despreciativa del imperio del zar hacia todo lo humano constituye el ideal profundamente escondido hacia el que tienden, y al que admiran profundamente, todos los estadistas europeos. Todos los Estados europeos hacen las mismas cosas que Rusia. Un Estado virtuoso sólo puede ser un Estado impotente, e incluso ese tipo de Estado es criminal en sus pensamientos y aspiraciones.

Es necesaria la creación de una federación universal de productores sobre las ruinas del Estado. Llego así a la conclusión: quien quiera unirse a nosotros en el establecimiento de la libertad, la justicia y la paz, quien desee el triunfo de la libertad, la plena y completa emancipación de las masas populares, debe tender también a la destrucción de todos los Estados y al establecimiento, sobre sus ruinas, de una Federación Universal de Asociaciones Libres de todos los países del mundo.
Una organización federal establecida de abajo a arriba y formada por asociaciones y grupos de trabajadores, por comunas urbanas y rurales, y por regiones y pueblos, es la única condición de una libertad real y no ficticia, aunque representa justamente lo contrario de la producción capitalista y de todo tipo de autonomía económica. Pero la producción capitalista y la especulación bancaria se llevan muy bien con la llamada democracia representativa; porque esta forma moderna del Estado, basada sobre una supuesta voluntad legislativa del pueblo, supuestamente expresada por los representantes populares en asambleas supuestamente populares, unifica en sí las dos condiciones necesarias para la prosperidad de la economía capitalista: centralización estatal y sometimiento efectivo del Soberano —el pueblo— a la minoría que teóricamente le representa, pero que prácticamente le gobierna en lo intelectual e invariablemente le explota.

Resumen elaborado a partir del Capitulo "Critica de la Sociedad existente" del compilado de Maximoff de Escritos de Mijaíl Bakunin http://www.theyliewedie.org/ressources/biblio/es/Bakunin_Mijail_-_Escritos_de_Filosofia_Politica_I.html
 
Fuente: http://noticiasyanarquia.blogspot.com.es/
 

Regeneración: un nuevo rincón libertario en la red

RegeneraciónNace Regeneración, un nuevo rincón libertario que abre las puertas al análisis, la creación y el debate en la Red.

Regeneración es un espacio comunicativo virtual que nace por la unión de las voluntades e inquietudes libertarias de varias personas. El proceso comenzó en julio de 2012, teniendo como objetivo el desarrollar, uniendo esfuerzos, los atomizados proyectos de comunicación anarquista, creando así un espacio que lograra ser un auténtico referente en la Red.
Como anarquistas, las personas que conforman este proyecto sienten una gran preocupación social, teniendo como objetivos:
  • El análisis de la coyuntura actual, ofreciendo alternativas libertarias a los problemas de hoy, así como una visión de la actualidad que, al contrario de los grandes medios de comunicación, promueva el debate y la reflexión.
  • La puesta en marcha de un lugar donde las personas con inquietudes libertarias puedan encontrar formación política; empezando por lo más básico y llegando hasta lo específico.
  • La creación de un espacio cultural donde pueda difundirse desde la literatura hasta la música, pasando por cualquier expresión del arte popular, sin dejar a un lado la crítica y la creación.
  • El estudio social interdisciplinar: histórico, sociológico, antropológico, e incluso económico, para llegar así a una mayor comprensión de la realidad social actual que nos permita avanzar en el camino hacia una sociedad mejor.
  • Un espacio participativo en el que el lector tenga también puerta abierta a la colaboración y a que su voz llegue más lejos.
Para llevar a cabo todo ello, Regeneración cuenta con un equipo en el que se pueden encontrar redactores, informáticos e incluso viñetistas. Este conjunto de personas que, ofreciendo sus habilidades y, desde muy distintas perspectivas y tendencias del socialismo libertario, forma un proyecto plural y heterogéneo que, por ello, logrará ofrecer una panorámica más amplia y completa.
Sin más, te invitamos a sumergirte en los contenidos que ofrecemos sin olvidar que todo lo publicado en esta web puede ser debatido y, sobre todo, compartido.
Un saludo.
                                                                                                                                  Regeneración

La religión: crimen contra la Humanidad

Dios es una respuesta burda, una falta de consideración para con los que nos dedicamos a pensar; en el fondo, incluso, no es más que una burda prohibición que nos hacen diciéndonos que no debemos pensar.
F. Nietzsche, Ecce Homo
ReligiónNo ha habido en la historia del ser humano mayor ataque a su naturaleza que la peste religiosa. No ha habido mayor freno a su desarrollo físico, ético e intelectual que la idea de dios. Es difícil pensar en otro poder tan antiguo y tan nefasto.
Desde su origen las religiones han repudiado todo lo que de bueno hay en nosotros. Concretamente, hablando del cristianismo, ni el conocimiento ni la higiene se han salvado de la condena de quienes se erigían en intermediarios de una supuesta comunicación entre la tierra y el cielo. Bien al contrario han pretendido siempre que la ignorancia reinase, que el cuerpo fuese mortificado y que los hombres, y en mayor medida las mujeres, estuviesen sometidas. La mentira y el engaño, pero sobre todo el miedo, fueron armas suficientemente eficaces para procurarse un asiento entre aquellos que nunca tuvieron ningún respeto por la vida y por tanto la utilizaban a su antojo: antaño validos, reyes y emperadores, hoy presidentes, directores, secretarios generales y jefes de Estado.

Desde el momento en que se deja de perseguir al cristianismo proclamándolo religión oficial del Imperio romano, sus seguidores comienzan a destruir el resto de creencias que les estorban. La violencia se ejerce incluso entre las propias tendencias del cristianismo primigenio forjándose con sangre el corpus doctrinal que hoy en día tratan de hacer pasar por auténtico, único y revelado. No le tembló el pulso a quien falsificó el testamento del emperador Constantino para justificar el dominio del papado sobre el mundo y su superioridad incluso sobre el emperador. Ni le temblaba a los dominicos que aprobaban las ejecuciones en la hoguera y las torturas de herejes, científicos, ilustrados, hombres y mujeres en definitiva que no quisieron someterse a su doctrina.
Igualmente no dudaron en épocas más recientes en aliarse a los regímenes más tenebrosos y oscurantistas. Justificaron para ellos la esclavitud y el colonialismo incluso en formas tan vergonzosas como la utilizada por Mussolini contra Abisinia (Etiopía) en los años 30 del siglo pasado. La utilización de gases químicos, lanzallamas, ametralladoras, bombas y otras armas de la guerra moderna frente a lanzas y flechas eran para L'Observatore Romano (órgano de prensa del Vaticano) "una acción de grandiosa solidaridad humana".

Rechazaron "del modo más estricto" cualquier ataque al Estado alemán dirigido por el canciller Adolf Hitler (Memorial de la Conferencia Episcopal Alemana de 1935) y cuando el apoyo a la Alemania nazi no tuvo los efectos deseados (soñaban con la invasión de Rusia y su conversión al catolicismo) no dejaron de prestar su apoyo evadiendo hacia España y Sudamérica a infames criminales como Mengele o Klaus Barbie, apodado "el Carnicero de Lyón".

Robaron ingentes cantidades de dinero de entidades bancarias como el Banco Ambrosiano utilizando sociedades pantalla en paraísos fiscales como las Bahamas o Luxemburgo para financiar la caída del bloque soviético. Lavaron monstruosas cantidades de dinero procedentes del tráfico de drogas de la mafia italiana y americana para enviarlo a los asesinos paramilitares y apoyar las dictaduras latinoamericanas de la Operación Cóndor (véase la visita oficial de Juan Pablo II a Pinochet en pleno genocidio chileno).

¿Cómo es posible seguir dando crédito a institución tan criminal y a creencias tan inhumanas? Pues porque la fe mueve montañas con la misma fuerza que inmoviliza conciencias. Si no sería imposible explicar cómo se puede someter a tamaña humillación y represión a las personas, y al mismo tiempo mantener la obediencia a los parámetros morales que dicta una banda de asesinos, estafadores y pervertidos sexuales. Porque no puede ser otra cosa que una moral perversa la de aquellos que, al mismo tiempo que apoyan a un sacerdote de un pueblo cordobés acusado de abusar sexualmente de 6 menores de edad, amenazan con excomulgar a una niña de 11 años por abortar el producto de una violación. Y esto hacen los representantes del cristianismo católico a día de hoy.

Por todo lo anterior, el catolicismo, el cristianismo y el resto de religiones sólo pueden esperar combate sin tregua por parte de aquellas personas que no se resignan a un mundo y una vida estúpida, cruel e injusta. Porque tenemos meridianamente claro que nuestra libertad es incompatible con su existencia.
Julio Reyero
http://www.nodo50.org/tierraylibertad/220.html#articulo10
 

El gasto militar de España en cifras sencillas


armas1) Gasto militar anual por habitante en España: 368 euros.
Gasto farmacéutico anual por habitante en España: 259 euros.
2) España arrastra una deuda acumulada de 27.000 millones de euros en los Programas Especiales de Armamentos (PEAS). Los PEAS son contratos de larga duración para la compra de armamento. Algunos ejemplos:
  • 87 cazas Eurofighter. Contrato firmado hasta 2024.
  • 239 blindados Leopard 2E. Contrato firmado hasta 2017.
  • 80 torpedos DM2A4. Contrato firmado hasta 2023.
Para que os hagáis una idea de lo que suponen 27.000 millones de euros: con ese dinero se puede pagar un telescopio Hubble (4.000 millones), una misión Curiosity a Marte (2.000 millones), el presupuesto anual de la NASA (13.000 millones) y todavía sobran 8.000 millones.
3) Los compromisos de pago para los Programas Especiales de Armamento durante 2012 ascienden a 1.862 millones de euros.
Pero, ¿sabéis cuánto se ha presupuestado? 5 millones de euros. Eso significa los 1.857 millones restantes se sumarán a nuestra deuda militar.
4) El recorte en el presupuesto del Ministerio de Defensa para 2012 ha sido del 9%.
Comparemos con los recortes en otras partidas: Ministerio de Educación y Cultura (21%), Ayudas a la Investigación (25%), Ayuda al Desarrollo (65%).
El gobierno defiende la inversión militar como una manera de apoyar a nuestra industria de armamento. Las exportaciones de armas españolas ya se incrementaron de forma muy notable durante el Gobierno de Zapatero. El nuevo titular de Defensa, Pedro Morenés, ha desarrollado su carrera profesional en la industria militar y su actividad como ministro está enfocada a la venta de armas.
Hace unas semanas Morenés viajó a Alemania para negociar una venta de carros de combate al gobierno de Arabia Saudí. Preguntado sobre la cuestión ética de la operación, nuestro ministro respondió: “No voy a entrar a analizar el régimen político de Arabia Saudí. España apoya a sus empresas” [...] “Juzgar políticamente al régimen saudí es algo complicado, porque cada país tiene su manera de establecer el bienestar de su población”.
Aceptemos por un momento la argumentación del Ministro pero apliquémosla a nuestro país. “España tiene su manera de establecer el bienestar de su población”. Mi pregunta es: ¿queremos que nuestra prosperidad económica repose sobre la venta de armas a un país que todavía decapita a personas acusadas de brujería?
Nota: Si os interesa este asunto, os recomiendo el informe realizado por Pere Ortega que podéis leer aquí.


http://www.grupoamoryrabia.blogspot.com.es/2012/08/el-gasto-militar-de-espana-en-cifras.html

Preparémonos para La Batalla de Otoño

notasLos .momentos históricos se miden por las acciones de las personas a las que les ha tocado vivirlos Esto es por lo menos lo que pasa cuando se consigue transcender de la historia-propaganda y se llega a la historia real, la historia marginal (en los márgenes). Y hay concretos momentos históricos en los que la historia de los márgenes adquiere tanto peso que aun la historia oficial no puede ocultarla, momentos de confluencia. Pues bien, éste es uno de esos momentos.
Asistimos a la descomposición de un sistema que ya nació siendo decadente. El Sistema, la civilización del peculio, ha muerto; pero aún no está enterrado. Murió en 1929 en Nueva York, en el 2000 en Argentina, y seguimos construyendo nuestras vidas alrededor de dicho cadáver. La muerte no es suficiente; los microorganismos siguen colonizando un cuerpo años y años después de su muerte (aquí existe la salvedad de que es el cadáver el que nos coloniza a nosotros). Es necesario incinerarlo y aventar sus cenizas.

Puede que alguien pregunte: “¿por qué íbamos a tener que hacer eso?”. Muy sencillo: porque el sistema capitalista nos está matando. Posiblemente el capitalismo se haya cobrado actualmente más víctimas silenciosas que ningún otro sistema (ninguno ha durado tanto, ninguno ha conseguido con tanta solvencia hacer al muerto de hambre responsable de su defunción y al esclavo apologista de su esclavitud). Y la mejor forma de reducir este sistema a cenizas es socavando sus bases desde la raíz.
El sistema ha decretado que los parados de larga duración han de ser pastos del hambre o de la caridad. Pues bien, ya se ha iniciado una vía de recuperación social que en estos momentos debería ser una prioridad para toda suerte de activismo porque pasará a ser, si no lo es ya, la prioridad de todo desempleado y de todo excluido: los burgueses le llaman pillaje, nosotros, expropiar donde sobra para repartir donde falta. Hablamos de la redistribución directa de la riqueza, de la toma del pan y la sal, de la expropiación de tierras incultivadas y supermercados.

Las organizaciones libertarias, y especialmente los sindicatos, deben replantearse lo que pasa cuando una organización legalista, también un sindicato, les empieza a adelantar, en aras de la necesidad de sus afiliados, por la izquierda. El SAT se ve obligado a usar, ante las circunstancias, una táctica anarquista: el no respeto a la legalidad o ilegalismo. Nos es lógico que los padres del invento no les imiten. Congratula ver a muchos sindicatos posicionándose a favor del SAT de forma activa y marchando con ellos. Otros aún creen que la vía de la resolución de conflictos laborales (en una coyuntura en la que el trabajo empieza a ser considerada una “mercancía de lujo”; paradójicamente, inaccesible para el que la vende, no para el que la compra), la competencia directa con CCOO y UGT, y el discurso netamente obrerista –en detrimento del social– son el único camino, y, “como organización de masas”, aspiran a que los actos ilegales los realicen otros porque no está bien que los sindicatos se metan en esas cosas. Pues bien, un sindicato que cree en la constitución de leyes, que cuenta en sus filas con legalistas consumados, diputados y ex diputados, les ha demostrado que no. Las circunstancias obligan, y obligarán a todos, a abrazar la ilegalidad. Alcanzar ese sindicalismo integral del que hablaba Luis Andrés Edo empieza a ser cuestión de supervivencia.

El sistema también ha decretado (a través de uno de sus gobiernos títere, poco importa que sea PP o PSOE) que los ancianos sin recursos deben dejar de acceder a medicamentos tan esenciales como los que palian ciertos efectos del alzhéimer. Aquellos a los que supuestamente les importa la incierta vida de un embrión, no les importa cribar ancianos a golpe de guadaña. En la actual coyuntura: Hobbes es ministro de interior y Malthus de economía. Pues bien, yo propongo: si se expropia suelo y supermercados, ¿por qué no expropiar farmacias? Toma lo que necesites allá donde lo encuentres.
También se decreta que a los diez días de impago del alquiler, se ejecuta el “desahucio exprés”. En definitiva: “todo el poder para el propietariado”. Viendo que toda la estructura del sistema está establecida para proteger la propiedad privada, para garantizar su supremacía como “derecho”, por encima del derecho a la vida; viendo que todas las medidas gubernamentales son una pura provocación, un ataque constante e ininterrumpido contra la paciencia de los que menos tienen: ¿qué nos impide organizarnos a este respecto (y no me refiero sólo a organizarnos con la loable intención de parar desahucios)? Los anarquistas hemos defendidos históricamente toda clase de huelgas: evidentemente las laborales, también las políticas (la abstención electoral es eso en definitiva), ¿por qué no recuperamos las huelgas de alquileres que ya se pusieron en práctica a principio del s. XX? Refiriéndonos a un caso cercano (para Canarias) en Tenerife en 1933 se puso en marcha una combativa huelga de inquilinos. Cuando se desahuciaba a un vecino, no sólo se intentaba previamente parar dicho desahucio. Sabiendo que en un enclave de miseria perpetua era cuestión de tiempo que tú mismo no pudieras pagar el próximo alquiler (cosa que también pasa ahora), los vecinos se organizaban y declaraban la Huelga de Alquileres de toda una finca o de todo un barrio. Se negaban a pagar y cuando iban a ejecutarse los desahucios o embargos se constituían grupos de respuesta que rompían los sellos gubernamentales, abrían las puertas y volvían a colocar los enseres de las familias desalojadas. Si había camiones dispuestos a llevarse dicho mobiliario, los conductores de los mismos eran tratados como esquiroles, y se cortaban las carreteras o se saboteaban directamente los automóviles. Es una alternativa que debería empezar a barajarse, junto con implementar la ocupación masiva y concertada de viviendas y edificios abandonados.

Por otra parte, ahora la vida de los inmigrantes pasa a ser, más que nunca, un dígito que se puede borrar si con ello se consigue que figuradamente cuadren las cuentas. Los inmigrantes que ya han pagado su derecho a la sanidad (tener que pagar por un derecho, triste realidad) con su trabajo (de forma directa a través de sus retenciones del IRPF) o con su consumo (de forma indirecta a través de impuestos como el IVA), pierden ahora dicho derecho a la asistencia médica regular porque en época de crisis son, y la historia no me dejará mentir, un chivo expiatorio perfecto. Además de fomentar el racismo y la xenofobia; de obviar con esta caza de brujas que también los mayores de 18 y menores de 26 años (por muy orgullosos que estén de ser “españoles”) que no hayan trabajado nunca (digamos, tal y como están las cosas, que el 90% de la juventud) también pierden el derecho a la sanidad (la cobertura de sus padres); de conseguir que algún ingenuo se crea que le recortan los medicamentos a los ancianos, no por la mala gestión, el despilfarro gubernamental y mantener el poder adquisitivo de los más ricos (incluyendo farmacéuticas), sino porque los extranjeros insisten en seguir viviendo; se consigue, con todo esto, continuar criminalizando a los más oprimidos y con ello lograr que estén dispuestos a que se les oprima todavía más por mucho menos que antes.
En este enclave de ofensiva directa contra los inmigrantes es necesario que se organicen, y no como una asociación legalista que intenta por todos los medios ser un interlocutor válido con el poder. Los hambrientos sólo triunfan si se constituyen en milicia, no en lobby. Puede que esta organización se dé de forma espontánea, como en los arrabales de París y Londres, pero lo ideal es poner unos primeros mimbres que eviten la parcialización de las luchas y su posterior aislamiento (algo como lo que se intenta en Lavapiés).

Y esto no es sólo válido para los inmigrantes; es imprescindible para todos. Muchas veces hemos contemplado en retrospectiva determinados momentos históricos terribles (por ejemplo el auge del Nazismo en Alemania) y nos hemos preguntado “por qué nadie hizo nada”. No es cierto que no se hiciera nada, siempre hubo actos de rebeldía individual y acciones esporádicas; sin embargo, fueron, a todas luces, insuficientes. Ahora nos encontramos en la misma tesitura histórica. Nos encontramos ante el auge de un nuevo Fascismo (sobre todo en el sur de Europa o en el Norte de África), ante una ofensiva sin precedentes contra los más pobres. Se les mata de hambre, se les expulsa de sus casas, se les persigue, se les acorrala y reprime, y aunque se hacen muchas y buenas cosas en contra de este Sistema, por ahora son insuficientes. No podemos permitir que dentro de unos años, cuando alguien mire nuestro tiempo en retrospectiva, diga: “¿por qué nadie hizo nada?”.

Para hacerlo hace falta estar preparados y coordinados. Stirner, el individualista por excelencia, nos advertía de que no hay nada que el Sistema tema más que el establecimiento de relaciones sinceras entre individuos oprimidos, así nos lo explicaba poniendo como ejemplo una prisión:
“La prisión consiente en que hagamos un trabajo en común, nos mira complacida manejar juntos una máquina o tomar parte en cualquier tarea. Pero si Yo olvido que soy un prisionero y anudo relaciones contigo, igualmente olvidado de tu suerte, ved que eso pone la prisión en peligro: no solamente no puede crear ella semejantes relaciones, sino que no puede siquiera tolerarlas. […] La menor tentativa de ese género es punible, como lo es toda rebelión contra una de las sacrosantidades a que el hombre debe entregarse atado de pies y manos. […] Toda asociación entre individuos nacida a la sombra de la prisión, lleva en sí el germen peligroso de un complot, y esta semilla de rebelión puede, si las circunstancias son favorables, germinar y dar sus frutos” (El Único y su Propiedad, 1844).
Actualmente también vivimos en una enorme prisión, y es necesario afianzar lazos, establecer relaciones de cooperación si queremos romper sus muros. En un primer estadio se hace imprescindible coordinarnos entre quienes tenemos el mayor número de cosas en común. Es necesario conocernos, cohesionarnos y que los anarquistas empecemos a desempeñar acciones coordinadas. Después, quien quiera “pegar tiros en la barricada”, quien venga para eso y no para adoctrinarnos, inmovilizarnos o amaestrarnos, bienvenido sea, siempre y cuando estén dispuestos a elegir entre la piedra y el carné a la primera. Nuestro campo de acción revolucionario no es otro que el pueblo, y en este elemento informe e indescifrable habrá de todo, y con ese “todo” (con sus prejuicios, taras y defectos) es con lo que se hará la Revolución; esperar a que seamos individuos perfectos para levantar la primera barricada supone concederle al enemigo toda la ventaja. Nuestra misión no es otra que tratar de radicalizar el mensaje e intentar abrir un horizonte más amplio y profundo a las aspiraciones populares. Tratar de que los anarquistas sean mayoría es un absurdo; no moverse cuando esto se comprende, es rendirse. Encontrémonos primero, evaluemos nuestras fuerzas y nuestra capacidad de incidir socialmente. Aspirar a conseguir un enclave en el que todos pensemos lo mismo, hablando en clave libertaria, sería tan horrible como aspirar a la uniformidad. La validez del planteamiento Ácrata es que es un planteamiento que pueden adoptar aún los que no se consideran ni nunca se han considerado anarquistas. El SAT, las plataformas de oposición a los desahucios, la permanencia de asambleas horizontales y carentes de líderes, o incluso la existencia de mineros “incontrolados” lo están demostrando.

Ahora que nos matan a miles, que golpean a los sectores de la sociedad más indefensos o explotados (ancianos, inmigrantes, niños [según las propias organizaciones oficiales, los niños son una gran parte de los que viven por debajo del umbral de la pobreza. Pero vivan los embriones…]), que se considera a la mujeres meras fabricantes de repuestos humanos (simples “gallinas ponedoras” que deben enajenarse de sus cuerpos y de lo que acontece en sus entrañas), que nos arrebatan la salud, que con su subida de tasas criban aún más la enseñanza superior (¿por qué no? ya en sus granjas humanas, llamadas escuelas, se aprende todo lo necesario, ¿para qué aspirar a más?), ahora que nos dejan sin techo, mientras ellos son cada vez más ricos, es hora de empezar a perder el respeto a la ley con la misma celeridad con la que hemos perdido todo medio de subsistir, es hora de empezar a organizar la contraofensiva, es hora de empezar a prepararnos para La Batalla de Otoño.

Fdo.: El Hombre Guillotina
http://www.anarquistasgc.net/2012/08/preparemonos-para-la-batalla-de-otono.html
 

01/09/2012, Ⓐ International Workers Association / Asociación Internacional de los Trabajadores (IWA-AIT) Ⓐ

Acció informativa de la CNT a l’OTG d’Olot


Aquest matí un grup de companys hem dut a terme una acció informativa a les portes de l’Oficina de Treball de la Generalitat d’Olot en motiu de la campanya que s’està duent a terme a nivell estatal per denunciar les retallades socials i laborals que els governs de torn apliquen contra els i les treballadores.

[Gijón] 31 de agosto – Día de acción contra el paro y los ataques sociales y laborales

CNT-Gijón convoca una concentración frente a las oficinas del INEM de Fermín Canella (Casa Sindical) para el próximo viernes 31 de agosto a las 12 horas.

Más de 5 millones de parados, más de un 50% de desempleo juvenil, más de un millón de personas que ya no reciben ningún tipo de subsidios… el paro es un drama humano del que todo el mundo dice preocuparse (gobierno, patronal, CC.OO. UGT, etc.) pero del que realmente nadie se ocupa, porque a la hora de la verdad solo son cifras, noticias… pero no personas con una gran carga personal.
Del mismo modo nos hacen sentir culpables de esta situación, afirmando:
  • Que vivimos por encima de nuestras posibilidades durante años.
  • Que no somos buenos trabajadores.
  • Que no miramos por la empresa.
  • Que somos egoístas, despilfarradores e irresponsables.
Paralelamente se alientan y exigen reformas laborales que faciliten el despido – gratis – como medida para crear empleo, lo que es un autentico sinsentido. Se introducen descabelladas reformas de las prestaciones por desempleo, como las últimas protagonizadas por el gobierno. De esta forma nos van alumbrando el camino de la miseria para aquellos a quienes nos han dejado en el paro.
Todo ello no responde más que a una estrategia del miedo, miedo a exigir dignidad en el trabajo, miedo a reclamar mejoras laborales, miedo a ser rebelde porque el paro acucia. Mano de obra barata, tercermundista.

Protest gegen Unikürzungen auf dem Laternenfest in Halle/Saale

Am 25.08.2012 fand vor dem Stand der Martin-Luther-Universität Halle-Wittenberg auf dem hallischen Laternenfest eine Protestveranstaltung der FAU-Halle statt.

Es wurden zahlreiche Flyer an Erststudierende der Uni und interessierte PassantInnen verteilt, um auf die geplanten Kürzungen aufmerksam zu machen. Die FAU-Halle versucht mit ihrem Protest Studierende und MitarbeiterInnen der Uni zusammen zu bringen, um sich effektiv gegen die geplanten Einschnitte zur Wehr zu setzen.

Den Flyertext könnt ihr unten oder auf unseren Blog nachlesen.

www.fau.org

La maquinización del mundo: Val di Susa como ejemplo

Lo que las máquinas quieren es una situación en la que no exista nada que no esté a su servicio, nada que no sea co-mecanico, ninguna naturaleza, ningun valor superior y tampoco ningun ser humano (porque para ellas tenemos valor únicamente como grupos de servicio o de consumo). En otras palabras, quieren ser ellas las únicas que existan” – Günther Anders, Nosotros, los hijos de Eichmann, 1964.
¿Según el criterio de moralidad que se maneje, la violencia que utiliza un esclavo para romper sus cadenas puede ser juzgada de la misma manera que la violencia que ejerce el dueño de esos esclavos? La violencia de quien busca la toma de la dignidad humana y de la igualdad no puede ser evaluada con el mismo criterio que la violencia de quien busca la discriminacion y opresion” – Walter Rodney, The Groundings with my brothers, 1969.
LuchaA comienzos de la década de los 90, la Unión Europea decidió crear el “pasillo 5”, la conexión ferroviaria más grande del continente, que pretende unir Lisboa con Kiev, pasando bajo los Alpes y atravesando Val di Susa para unir Turín con Lyon. Según el proyecto, en el tramo italiano, a su paso por Val di Susa (o Valle de Susa, una zona alpina al noroeste de Italia), la línea se introduce dos veces en la montaña – en Alpignano y Mompanter -, con dos túneles de 21 y 12 km respectivamente. Luego, tras pasar Venaus, entra de nuevo en la montaña con un megatúnel de 53 km que termina en Francia. El proyecto genera un enorme rechazo de la población local de Val di Susa, que además de los impactos paisajísticos, sociales, etc., teme por los impactos ambientales que la excavación de los túneles genere si libera el uranio y amianto presente en las montañas.
La realización de una línea de Tren de Alta Velocidad (TAV) es un proyecto perfectamente coherente con el mundo en que vivimos, un mundo en el que cualquier aspecto de la vida humana está sometido a las lógicas y exigencias del beneficio. Lo que utilizan el Estado y los grupos de interés para legitimar e imponer su construcción es el arma del progreso y la retórica del desarrollo sin preocuparse por las consecuencias que esto supone.

Toda innovación se ve obligada a insertarse en un proceso que pueda generar progreso humano, pero este tipo de progreso – en la ideología que apoya proyectos como el del TAV – no busca la mejora de la vida humana, que está completamente dejada de lado, sino que es la misma vida humana que tiene que conformarse a la evolución tecnológica. En este contexto, además, el TAV es una obra inutil por la viabilidad, dañina por la devastación que conlleva e insostenible desde el punto de vista económico.

Desde que en 1995 la prospección topográfica del Valle, sus habitantes comenzaron a organizarse y a convocar movilizaciones en él. El 29 de enero del 2001 se firmó el acuerdo franco-italiano para la construcción de la línea Lyon-Turín entre Chirac, Jospin y Aneto. Para entonces, los 25 alcaldes del valle ya se habían posicionado en contra del proyecto. Desde entonces la lucha de Val Susa se ha basado en movilizaciones masivas, tanto en las ciudades (núcleos adminitrativos y decisorios, como en zonas de obra o de acceso a ellas. Para ello se ha contado con un campamento fijo cercano a las obras que se inició en el 2000 y con acciones aisladas de todo tipo. Se considera como primera movilización masiva del movimiento contra el TAV la del 31 de mayo de 2003, cuando 20.000 personas se manifestaron en el valle entre Borgone y Bussoleno. A esta le siguió otra de 30.000 el 4 de junio de 2005.
Sin embargo, el Gobierno italiano sigue en sus trece y, a día de hoy, mantiene las excavaciones. En el funcionamiento de la máquina estatal, la cual persigue únicamente objetivos económicos e intereses privados, todo se presenta al público como bienestar agradable e innovador.
El TAV es sólo el producto de los intereses que se mueven detras de la política de la globalización: la producción, la distribución, la industria, el turismo masivo, las grandes empresas constructoras, los sindicatos, los bancos que financian los proyectos y los partidos políticos.

Estos son los mismos elementos que están celebrados en eventos como la Expo o las Olimpiadas, que no son nada más que especulación edilicia y inmobiliaria, cementificacion, “gentrification”, grandes vías de comunicación que dividen y destruyen los tejidos urbanos y los territorios, donde el individuo está en una condición permanente de privación de autodeterminación y de toma de decisión por su condiciones de existencia.

El TAV es, pues, mucho más que un tren: es el símbolo de la clase dominante, local y nacional, de derechas y de izquierdas. Resulta imprescindible no separar la lucha contra el TAV de la lucha contra la sociedad que lo reivindica. Es por esta razón que la resisntencia contra el TAV interactúa y se comunica con otros puntos de resistencia como las luchas contra la construcción de las incineradoras o de las autopistas: éstas son las mismas luchas que no sólo combaten una infraestructura sino también la sociedad que la impone.

Para criticar el TAV hay que conectar la cuestion de la alta velocidad con la colonización tecnológica de la vida cotidiana, que se nos hace aparente con la destrucción de los espacios y la profunda transformación y división del tiempo. Esto es lo que Anders llamaba la maquinizacion del mundo moderno cuando decía que “el principio de la máquina, de la sociedad/máquina, es el máximo rendimiento, y como esto es la razón de existir para las maquinas, ellas necesitan espacios que garantizen ese maximum. Así, ganan lo que necesitan. Todas las máquinas son expansionistas, por no decir imperialistas: todas se procuran reinos coloniales de servicios (proveedores, equipos operativos y consumidores)”.

Así, el individuo está sometido a una lógica, la lógica de la máquina, y como esta lógica es la del maximo rendimiento, el individuo adquiere estas características para sí.

Este mecanismo sigue existiendo sólo si hay una producción continua e incesante donde estamos todos/as sometidos/as a una lógica de trabajo de producción y consumo. El tiempo libre, el juego, el conocimiento, el pensamineto, el deseo, el saber, etc. están todos bajo una teoría de “vivir-producir”.
La alta velocidad se encuentra en el seno de este sistema de producción, en el que el territorio se destruye y uniformiza porque tiene que conformarse a las lógicas de la libre circulación de bienes, puesto que donde más rápido es el intercambio comercial, más alto será el beneficio.

Para producir y mantener estable este sistema, el Estado necesita un aparato mediático, policial y judicial que pueda disciplinar, mantener dóciles y reprimir todos los cuerpos disidentes que se oponen y rechazan este modelo impuesto de sociedad.

El resultado de esto se concretizó con brutalidad el pasado 26 de enero de este año, en una operación policial en la que se buscó a cincuenta personas, acusadas atacar las obras el 3 de julio de 2011 y acabaron detenidas otras 26 por resistirse ante los funcionarios policiales. Desde que en 2006 se habían masificado los apoyos a la resistencia contra el TAV, el valle comenzó a experimentar una forma embrionaria de democracia directa. A esto le siguieron nuevas movilizaciones donde la implicación general de toda la sociedad valsusina era patente. En una zona con una raigambre de resistencia, la imagen de los partisanos (la resistencia local contra la ocupación nazi) fue retomada por el pueblo entero para detener las excavadoras y a la policía que las protegía y con el famoso Bella Ciao como himno de resistencia contra el TAV. Una versión decía: “Oh campesino mándales fuera / Bella Ciao Bella Ciao / que hay peligro de morir”. La zona no tardó en ser militarizada y a día de hoy continúa estándolo, por lo que cada manifestación que transcurre en ella es duramente reprimida.
El jefe de la operación judicial y policial del pasado mes de enero es una cara conocida, el procuratore generale Giancarlo Caselli, ya responsable de la persecución de los activistas anarquistas y ecologistas Sole y Baleno, que fueron detenidos en 1998, acusados de sabotaje contras las obras del TAV y que acabaron suicidándose.

El objetivo de operaciones como ésta son evidentes: intentar dividir y destruir un movimiento. El “Movimiento No-TAV” es cada día más fuerte y llevando esta lucha a todas la ciudades de Italia: manifestaciones, bloqueos, ocupaciones en las estaciones de trenes, sabotajes, etc. Nos muestran que anti-TAV no significa sólo estar en una lucha local o territorial, sino que se puede pensar y practicar en común una determinada idea de lo que es el bien.

La lucha contra el TAV se construye en dos niveles: en el nivel físico, mediante manifestaciones, acciones y movilizaciones y en el nivel informativo, que no es otra cosa que una guerra mediática en la que los medios de información italianos se han retratado como un instrumento al servicio del Gobierno y como piezas clave a la hora de criminalizar el movimiento.

El 3 de julio de 2011 y los días despues se han eregido como el símbolo más evidente de la violencia mediática. La opinión pública de centro-izquierda ha mostrado ser la más involucrada en este proceso de criminalizacion, apoyando la construcción de la línea de alta velocidad y describiendo a los/as No-TAV como “violentos”, “black block”, “brigadistas”, “extremistas”, “anarquistas”, etc. etiquetas que sirven para legitimar una intervencion represiva y para difundir el miedo entre la opinión común. Por su parte, el movimiento y todos los que luchan en él han demostrado saber sabotear este tipo de discurso hegemónico y han abierto sus propios canales de contrainformación alternativos (revistiendo formas de páginas de internet, periódicos, radios, etc.) para hacer frente a la adversidad en todo momento.

Para la gente que vive esta lucha, esta experiencia les ha servido para aprender a superar los cuentos mediáticos que se centran voluntariamente en los eventos, en los incidentes, en los enfrentamientos con la policía, etc. mientras lo más importante, el problema de fondo, permanece en un segundo plano o directamente escondido, ignorado por la mayoría: la existencia de una cultura y de un vivir que tienen su base en lo cotidiano, experimentos concretos de un vivir diferente, de relaciones político-humanas que no se encuentran basados en la explotacion.

La fuerza de este movimiento, aparte de la tenacidad reflejada durante los ataques más violentos de la policía y del sistema judicial, es un camino concreto de mutuo apoyo y de asamblearismo o democracia directa, que se apoya en la fuerza y en las relaciones cotidianas, en la horizontalidad de las asambleas, en la búsqueda de una autodeterminación de la vida que no abarca sólo a los/as habitantes de Val di Susa, sino tambien todos los que cruzan y viven los territorios de manera consciente, libre y profunda.
 
Fuente: http://www.todoporhacer.org/la-maquinizacion-del-mundo-val-di-susa-como-ejemplo
 

El vocabulario violento, patadas a la conciencia

El vocabulario violento, patadas a la conciencia

AutoridadSon ya muchos textos que han pasado por nuestras manos y quisiera pararme un momento para hacer una valoración de los mismos, no en el contenido en sí sino en su forma, los métodos utilizados para transmitir un mensaje. Hay algo que realmente me llamó la atención y que tras darle varias vueltas al asunto, he decidido tratarlo urgentemente. Se trata del vocabulario violento que se emplea con cierta frecuencia y su uso en las críticas no ayuda a extender nuestras ideas, o al menos generar debates constructivos, sino a hacerlas que queden dentro de quienes ya están convencidos de tales tesis expuestas en esas críticas. Se entiende por vocabulario violento todas aquellas expresiones malsonantes, palabras soeces y los tonos agresivos, aunque no expresamente tengan que aparecer en textos que inciten a la acción directa violenta. Lo más significativo de los textos que utilizan ese vocabulario es que se quitan muchísimo el peso de los argumentos por muy acertados que sean, pues el hecho de dirigirse agresivamente hacia alguien le ocasiona una reacción de rechazo natural.
Cierto es que todos hemos pecado de usar un vocabulario violento en los textos para descargar y expresar la rabia en algunas ocasiones, pero en verdad con ello no llegamos a nada. De nada sirve limitarse a hacer críticas destructivas hacia otras corrientes de pensamiento diferentes al nuestro, salvo, como he dicho anteriormente, para el deleite únicamente del grupo que suscriba esas críticas. De poco sirve verter a través de la red textos incendiarios que llamen a la revuelta cuando no hay organización. Han llovido un montón de críticas a la esterilidad de los movimientos ciudadanistas o al inmovilismo de la izquierda e incluso de algunas organizaciones anarquistas. Puede que en bastantes casos las críticas sean acertadas y que más de uno se merece los calificativos "comeflores", "progres", "socialistos"..., pero no en todos. Desde unos pocos sectores del anarquismo se ha llevado un discurso meramente destructivo, llegando incluso a la soberbia insultando a los anteriormente mencionados sin aportar ninguna tesis constructiva. Es más, se apartaron de éstos dejando el terreno libre para ser aprovechado por otros. Y de cara a la sociedad, más o menos se anda en las mismas.
Mantener la compostura no resulta tan sencillo y muchos caen en ese infantilismo que suponen los insultos gratuitos. El uso de un vocabulario violento es desagradable y repulsivo que deslegitima los propios argumentos que se exponen haciendo de ese texto dirigido solamente a los de siempre, o en casos minoritarios, convencer a algunos pero sin aportarle gran cosa. Y es por ello que a la gran mayoría, e incluso a gente que sienta curiosidad por el anarquismo, se les ofrezca una imagen distorsionada de lo que es el anarquismo en cuanto a nuestros valores, nuestras pretensiones y nuestros fines. No se es más anarquista por usar un vocabulario más agresivo, por introducir expresiones ofensivas y por usar palabras soeces, es más, violentar el lenguaje supone llevarnos al autorreferencialismo y demuestra el embrutecimiento en que se haya el precariado. La soberbia se lo dejamos a los autoritarios y dogmáticos porque el vocabulario violento entra en contradicción con los valores que poseemos.
¿Qué es entonces lo que planteo yo? Si buscamos convencer en vez de imponer, lo más consecuente sería con argumentos bien expuestos y evitar el vocabulario violento y las subidas de tono. Puede que sea algo difícil pero siempre es preferible la labor constructiva y usar el lenguaje escrito como herramienta para aportar nuestras ideas y que sirvan tanto para el enriquecimiento de personas dentro del círculo anarquista como para interesar a los que les asaltan las dudas. Ello no implica rebajar nuestro nivel, es posible mantener la sustancia y la solidez de los argumentos y críticas del texto sin tener que usar un vocabulario violento. De hecho, el empleo de un vocabulario no violento da mayor credibilidad y seriedad a dichos textos. Lo cual, este aspecto es importante si tenemos en cuenta que no deseamos forzar el entendimiento. No podemos esperar que los que difieren con nuestra forma de pensar asuman unas crítica destructivas así por así. Sin embargo, en ocasiones, si se pretende una crítica algo más dura es conveniente usar el tono sarcástico que los insultos gratuitos.
El vocabulario violento tiene un marcado carácter antisocial y si queremos extender nuestras ideas, no podemos ser antisociales porque se está demostrando que no da muy buenos resultados. En estos tiempos, apostar por un anarquismo social y organizado es la esperanza de poder materializar nuestros sueños, o al menos dar el primer paso. Hemos caído en un error que debemos corregir, pues en estas circunstancias cuando el anarquismo se encuentra casi marginado, es contraproducente que se siga vertiendo textos con un vocabulario violento y deberíamos pensárnoslo dos veces antes de publicar algo. Dejemos de dar patadas a las conciencias porque produciremos el efecto contrario al deseado y en su lugar, tratemos de despertarlas desde la humildad pero sin dejarse humillar, usando un vocabulario no muy difícil de entender pero manteniendo el nivel y, por supuesto, que nuestras palabras acompañen a nuestros hechos.
Luis Pascual
http://www.mundolibertario.org/secciontumornegro/
 

jueves, 30 de agosto de 2012

Reparar Auriculares


Arreglando auriculares, con problemas y errores. 


 


DRAKEN06 presenta como reparar tus audifonos 

IFA Internacional de Federaciones Anarquistas - International Anarchist Federation 2012




Member Federations

Member publications,

Crónica del Encuentro anarquista de St. Immier


A continuación os entregamos una crónica del Encuentro Internacional de Anarquismo, realizado en la localidad suiza de St. Immier entre los días 8 y 12 de agosto. El presente informe ha sido realizado por un integrante de nuestro grupo presente en este evento.
Miércoles 08 de agosto
Llegamos a Ginebra bastante pronto. Nos damos una vuelta por la ciudad. Trajes a medida. Tiendas de relojes. Edificios de oficinas y sedes de bancos. Todo es muy caro. Muchas de las personas que nos cruzamos en la calle, de corbata, deben ser los artífices y los beneficiarios de la crisis que está arruinando la vida de tanta gente. Unos obreros trabajan en una zanja. Otro, más allá, tiende unos cables.
El tren nos lleva por la orilla del lago Leman. Luego Neuchatel. Casitas suizas y al fondo la cumbre nevada del Mont Blanc.
Desde la estación de tren de Saint-Imier seguimos los carteles con la a circulada. Camping>. Aparcamiento>. <Funicular. Punto de bienvenida>. El encuentro ha redefinido la topografía de la ciudad.
El punto neurálgico es el Espace Noir. Edificio de cuatro plantas en la calle principal, propiedad de una cooperativa anarquista local. A pesar de lo antiguo está muy bien conservado y cuidado, con un aire rústico. Biblioteca. Bar. Sala de conciertos. Cine. Exposiciones. Emisora de radio. Hasta un piano junto a la entrada. Impresionante espacio en todo caso, pero más aún teniendo en cuenta que está en un pueblo de cuatro mil habitantes.

Mientras esperamos para registrarnos empezamos a encontrar conocidos, amigos y compañeros. Saludos y abrazos. Algunos de Madrid, muchos de todas partes.
El pueblo es demasiado pequeño para albergar a todo el mundo, así que los alojamientos están dispersos por los alrededores. Hay dos zonas de acampada en lo alto de la montaña, en Mont Soleil. Otra en el valle, tras el cementerio. Otra un poco más lejos. También albergues, apartamentos, hoteles, un gimnasio…
Sólo se puede subir al monte en el funicular o tras dos horas de arduo camino. Al registrarnos nos dan una pulsera para ir gratis en el tren. Menos mal. El último sale a las 9 menos cuarto de la tarde. Hay otro servicio extra pasada la medianoche. Se corre la voz de que quien no entre tendrá que subir andando. No nos arriesgamos.
El ascenso nos descubre un impresionante paisaje. Bosque cerrado de abetos. Laderas casi verticales. Casas desperdigadas entre los árboles. Cae la tarde.
El primer día y el camping ya está casi lleno. Las parcelas para las tiendas están marcadas con cinta amarilla, que dibuja amplias calles sobre el suelo. Un bar-cantina improvisado. Bancos y mesas. Duchas. Baños portátiles.
Al caer el sol empieza el frío. El rocío se acumula sobre las tiendas. Se encienden hogueras. Nos vamos pronto al saco, nos puede el cansancio del viaje. El murmullo de las conversaciones dura hasta la madrugada, pero no impide dormir. El frío sí.
La asistencia al encuentro fue de lo más variada, y como en todas estas ocasiones, atrajo a algunas personas cuyo interés principal no era el anarquismo. Desde aquellos que simplemente se acercaba para tener un lugar donde dormir y comida caliente, hasta quienes se pensaban que era un macrofestival de música alternativa. Sin embargo, considerando la cantidad de personas que acudieron al encuentro y que, evidentemente, desbordaron las previsiones de la organización, hay que decir que apenas se produjeron algunos incidentes puntuales y que la semana pasó sin problemas importantes en general.
En una ocasión en que tuve que cruzar Saint-Imier para ir de una sala de reuniones a otra, a una hora en que ya habían empezado las conferencias y mesas redondas, las calles estaban prácticamente desiertas. Es de suponer que todo el mundo se hallaba participando mayoritariamente en los actos del encuentro.
Jueves 09 de agosto
Nada más salir el sol empieza el calor. Hay cola para los baños. También para el café y el desayuno. Un cartel señala lo que cuesta la comida, pero no precio ninguno. Cada cual echa la voluntad en el bote. Todo el mundo dice que la tienda de las duchas parece una cámara de gas. Al poco la cierran porque se ha inundado.
Bajamos al pueblo en el funicular. Todas las cabinas están llenas a rebosar. Nos apretamos como podemos. Nos cuentan que anoche los conductores siguieron haciendo viajes hasta que no quedaba nadie por subir. El encuentro debe más de lo que parece a estos trabajadores. Entre pitos y flautas ya son las once de la mañana.
En elEspace Noir se reparten programas del encuentro con un mapa de la ciudad. Hay más de siete salas de reuniones. El espacio para el congreso de la IFA. El salón de actos general. Una habitación anexa, más pequeña. Otra junto a la biblioteca. Y otra en el centro cultural. Un poco más lejos, los especifistas, que se reúnen aparte. La feria del libro anarquista en la pista de patinaje (ahora sin hielo). Más las salas del Espace Noir y una exposición en las plantas de arriba. Otra de carteles de la Guerra Civil Española en el museo del pueblo.
Nos registramos como grupo invitado al congreso de la Internacional de Federaciones Anarquista (IFA) y nos dan la acreditación. Parece que la traducción simultánea no acaba de funcionar, porque hay interferencias con la radio local. Se nos pide un mensaje de salutación de GLAD al congreso. Lo leo después de comer, luego siguen los demás grupos invitados.
A las 14 primera mesa redonda: Los nuevos territorios de la anarquía. Brasil, Sudáfrica y Grecia. Aquí la traducción sí funciona. La moderación es excelente. Tal vez demasiado estricta con los tiempos.
Siguen otras charlas. Damos un breve paseo por el bosque. Tomamos unas cervezas en el Espace Noir. Cenamos una salchicha de la barbacoa del patio. Horario europeo, almuerzo a las doce, cena a las seis.
Por la noche, ponencias sobre la crisis económica y social. La traducción sigue sin funcionar. Es un desastre. Mucha gente se marcha porque no se enteran de lo que dicen los ponentes. Sin embargo, el compa italiano es un orador excelente.
Confiamos en el servicio del funicular. Nos quedamos un poco más tarde, bebiendo con amigos. Hoy hace menos frío.
Varias organizaciones plataformistas (o especifistas, como se las suele llamar en América Latina) participaron en la organización del encuentro. Se aseguraron de tener un espacio propio, en las afueras de la ciudad, aparte el resto del encuentro, bajo el paraguas de la página web que los agrupa.
En la primera mesa redonda, el ponente brasileño (brillante expositor, por otra parte) aprovechaba cada pregunta que se le hacía desde la sala para lanzar un panegírico del especifismo, independientemente del contenido de la cuestión. Como suele ser habitual en estos grupos, presentó a su corriente como si fuesen los únicos anarquistas en Brasil.
Este comportamiento es una constante entre los plataformistas, que se apropian el lenguaje del conjunto del movimiento, de manera excluyente. Eso ocurre, por ejemplo, con el mismo nombre de especifistas, que adoptan porque entienden que los anarquistas debemos estar organizados en grupos específicos, a pesar de que somos muchos los que pensamos lo mismo, sin ser por ello plataformistas. Lo mismo ocurre cuando se reclaman bakuninistas o comunistas libertarios, que emplean a menudo como sinónimos de plataformista.
Viernes 10 de agosto
Nuevo amanecer. Nuevas colas, nuevas caras. Han seguido llegando compas. El camping es un hervidero. Las calles entre las tiendas han sido redibujadas para ganar espacio.
Se ha convocado una asamblea en la zona de acampada. Alguien ha dañado un proyecto de permacultura en una de las fincas cercanas. Ha cogido ramas de los árboles pensando que eran leña. Ha usado un rincón como water. Ha estropeado la verja.
La encargada del proyecto explica lo ocurrido. También ella es anarquista. La permacultura es anarquista, dice. Lleva años trabajando en el proyecto. Se la escucha con atención. Está furiosa. La asamblea propone hacer una brigada de limpieza y reparaciones, pero ella declina. No quiere más gente pisoteando su espacio. Pide que se explique que no se trata de una esquina abandonada del bosque. Señala que las casas vecinas con jardín no han recibido el mismo trato, porque están muy cuidadas. Pero los habitantes de la ciudad no sabemos distinguir un proyecto de permacultura de un bosque abandonado. Es cierto. Se elaboran carteles en varias lenguas y se ponen a lo largo de la valla. Queda relativamente satisfecha.
Ya es medio día. Llegamos tarde a las charlas. Exposición del compa de El Libertario de Venezuela. Interesante discusión sobre el espacio del anarquismo en América Latina. Se recuerda el error histórico (repetido) que llevó a los anarquistas a hacer compromisos con formas de organización centralistas o gobiernos populistas. Se señala que lo mismo ocurre a veces en la actualidad.
Después de comer, mesa redonda sobre anarquismo y movimientos sociales. El moderador interrumpe a varios ponentes por superar el tiempo permitido. Degenera en una situación surrealista y provoca fuertes críticas desde el público. De repente, alguien le pega un tartazo al moderador y se marcha gritando algo en francés acerca de la policía. Tumulto en la sala. Nadie entiende lo que pasa. Desde la ventana vemos cómo persiguen al muchacho por los jardines de las casas vecinas. Hay quien quiere darle una paliza. Doblan una esquina y no sabemos más.
El moderador está cubierto de nata. Y rojo de ira. Echa un discurso en francés (sin traducción) justificando su pasada colaboración con un ministro comunista del gobierno federal suizo. Tímidos aplausos desde la sala. El acto no puede proseguir.
Por la tarde todo son rumores. Parece que ha sido cosa de un grupo insurreccional ginebrino. Se dice que se debe a la forma de moderar. Se comenta que ha sido porque el moderador es un reformista. Parece que le dieron una paliza al muchacho. Parece que no, que fue a otro. O a ninguno. Se cree que al final intervino la policía. Se oye que ha sido por unas declaraciones que el moderador hizo a los medios locales. Al final no se sabe nada seguro.
Las compañeras de la mesa redonda de anarkafeminismo me piden que les traduzca sus conclusiones. Quedamos más tarde, en la cantina del camping. Compartimos queso y vino. Fotocopiarán la traducción manuscrita. Mi letra sigue siendo ilegible, por mucho que me esfuerce. Nos juntamos con otras compas del espacio de mujeres. Alguien llega del otro camping a pedir un médico. Un muchacho se ha quemado con la hoguera. Les acompañan de vuelta con el botiquín del bar.
Los francófonos repasan el cancionero anarquista. La majnovchina me pone los pelos de punta. Como siempre.
La noche se cuaja de estrellas. La temperatura sigue subiendo. Bendita ola de calor.
Como se ha dicho antes, a pesar de la masiva afluencia de personas, apenas sí se produjeron incidentes puntuales. Aunque no hay manera de tener cifras exactas, se cree que el número de asistentes rondaba los cinco mil. Cantidad suficiente, en todo caso y en otras circunstancias, para haber dejado un rastro de suciedad, deshechos, actos vandálicos, etc. No ocurrió nada de esto. Incluso el caso del proyecto de permacultura parece haberse debido más a la ignorancia que a la falta de consideración de quienes lo confundieron con una parcela de bosque abandonada. Como señalaba después una compañera, lo destacable no es que haya surgido un problema, sino que se han puesto los medios necesarios para solucionarlo, desde una práctica anarquista.
Se puede decir que, a pesar de algunas pintadas, pegatinas, o sucesos puntuales, Saint-Imier ha salido incomparablemente mejor parado albergando un encuentro anarquista que un macrofestival de música, por poner un ejemplo.
En cambio, la situación que se produjo en la mesa redonda, es más seria. No voy a entrar a discutir si en este caso la denuncia de la actitud reformista del moderador (si es que finalmente se trataba de eso) está justificada o no, porque no conozco el caso. Pero sí me parece que lo sucedido es un síntoma de una actitud vigilante que por desgracia se encuentra a menudo en los círculos anarquistas. Es evidente que cada activista tiene una idea diferente de cómo llevar adelante la lucha. Aunque compartimos, más o menos, unas ideas similares acerca de la sociedad a la que se quiere llegar, la divergencia en cuanto a los métodos a emplear es considerablemente mayor.
Este no es el espacio para analizar el verdadero significado de la radicalidad. Pero en cualquier caso, siempre habrá compas que opten por formas de actuación tradicionalmente consideradas como más radicales, frente a aquellos que adoptan otras que, aunque en ocasiones sean más fructíferas y constantes en el tiempo, se perciben como más moderadas. El problema surge cuando esta divergencia de criterios se usa como excusa para justificar actitudes autoritarias hacia los demás compas. No hace falta insistir en la manera en que esta forma de pensar repite todos los postulados del pensamiento dogmático y autoritario, algo especialmente paradójico viniendo de quienes se presentan a sí mismos como los anarquistas más conscientes. Esto no quiere decir que todo sea igualmente válido, y desde luego se deben producir debates entre las diferentes posturas, que a menudo serán enconados. Pero las actitudes impositivas o de fuerza no tienen cabida en ellas. Del mismo modo, se debe denunciar como falsas las posturas que pretenden englobarse bajo el paraguas del anarquismo, cuando en realidad traicionan sus principios básicos. En este sentido es necesario distinguir claramente entre posturas de principio y planteamientos tácticos o estratégicos. Son los primeros los que definen o no una propuesta como anarquista, mientras que los segundos pueden ser muy variables en todo caso.
Sea como sea, la actitud de ciertos grupos, colectivos e individualidades que se arrogan el derecho de excluir a otros en virtud de una supuesta falta de pureza u ortodoxia tiene que ser rechazada. Los métodos válidos, e incluso necesarios, para enfrentarse al estado y al capital, a los racistas y neonazis, los autoritarios y aspirantes a dictadores de todo pelo, etc. no tienen cabida entre miembros de un mismo movimiento libertario. Eso sí, es más fácil enfrentarse al compa de al lado que esforzarse en encontrar la forma de construir un movimiento revolucionario potente y eficaz, que se halle en condiciones de asaltar y destruir el poder instituido.
Sábado 11 de agosto
Hacemos un esfuerzo para bajar antes a la ciudad. A las diez, entrevista con Eduardo Colombo en el Espace Noir. Pruebo la grabadora. Sin problema. [La entrevista la publicaremos próximamente]
Cuando llego ya está allí, tomando un zumo. Nos sentamos en una zona apartada del bar. Bancos de madera. El sol radiante de la mañana entra por la ventana abierta.
La grabadora se niega a funcionar. Nada más sentarnos, Eduardo empieza a hablar. Sudo tinta para grabarle en mi móvil. Le tengo que interrumpir. Al final se puede grabar con el teléfono de Claudia, que tiene tarjeta de memoria. Interesantísimas opiniones de este viejo militante y prolífico autor.
Visita al congreso IFA. Los trabajos van demasiado lentos. Mucha gente participa en el encuentro, lo cual quiere decir que el congreso ha quedado desatendido. Otros participantes son más optimistas.
Otra mesa redonda tras la comida. Construcción práctica de la anarquía. Se genera una interesante discusión sobre la revolución blanda, la proliferación de cooperativas, colectivos, etc. como paso previo necesario para la revolución. Para unos, eso es la revolución en sí misma. Para otros una distracción. Ambas posturas tienen argumentos muy válidos.
Me recuerdan que tengo que ir a la feria del libro para recoger unos carteles. Todavía no la he visitado. Queda un poco apartada, en las afueras de la ciudad, en la pista de hielo. Un espacio grande y desangelado, algo oscuro. Muchos puestos, mucho material de editoriales y grupos. Suficientes libros para toda una vida de lectura. Afuera, en un prado, bajo un inmenso árbol, hay muchos compas que se esconden del sol del mediodía.
Se preparan las declaraciones finales del encuentro y del congreso IFA. Alguien ha oído un rumor que critica a la IFA por tener sesiones a puerta cerrada. Se duda de la conveniencia de sacar un comunicado final, por miedo a que sea mal recibido. La FAI Ibérica se niega a firmar la declaración del encuentro general porque no han sido mandatados para ello. Como consecuencia IFA tampoco lo puede suscribir. Tal vez más adelante. No se sabe si cualquiera de las declaraciones va a prosperar.
Hemos quedado a cenar con compañeros y amigos ingleses. Llevábamos años sin vernos. Siempre es un placer volver a encontrarse. Muestran mucho interés por los acontecimientos del último año en España. Al final nos convencen para ir con ellos al concierto de Serge Utko. No está mal. Entre canciones revolucionarias y vivas a la anarquía no puedo dejar de pensar en lo mucho que me va a costar volver el lunes al trabajo.
La ciudad es un hervidero. Grupos de compas apuran los encuentros, los conciertos, las cervezas, los abrazos. Me gustaría quedarme, seguir fundido en la atmósfera fraternal un rato más. La noche resuena, vibrante de estrofas anarquistas. No es de extrañar que circule una propuesta de quedarse, no aceptar el fin del encuentro y seguir en Saint Imier. De buena gana. Pero ahora llevamos con nosotros la simiente de nuevos cantos, aires que se tienen que oír muy alto en muchas plazas. A ellas nos dirigiremos, con la nueva alba.
El encuentro ha puesto de relieve cuáles son las líneas principales de debate entre los anarquistas a nivel internacional. Básicamente se centran en torno a la manera de lograr que el anarquismo recupere su inserción en la sociedad, como agente de transformación revolucionaria efectiva (lo que los plataformistas brasileños llaman, acertadamente, el vector social de la anarquía). Este tema se ha planteado con especial fuerza a la luz de la irrupción de los movimientos de protesta social en los países afectados por la crisis financiera.
Asociados a este debate de fondo se dan otros, que aunque a menudo son los que se plantean de manera principal, no dejan de ser subsidiarios al anterior. Por ejemplo, la forma de organización adecuada, la táctica a emplear, la actuación en el seno de los movimientos sociales, etc.
En el caso del modelo organizativo hay dos polos bien definidos. Por un lado están los plataformistas, que defienden la necesidad de una organización única para todos los anarquistas, muy estructurada, basada en la homogeneidad teórica (más que la mera unidad). Se ha señalado con razón el sospechoso parecido de esta estructura con un partido político, aparte de que la unidad que propugnan no deja de ser un mito, ya que en muy pocas ocasiones han logrado formar frentes estables. Es habitual que en un mismo país haya varias organizaciones plataformistas enfrentadas.
En el extremo opuesto se encuentran los partidarios de la organización mínima, que propugnan vínculos exclusivamente ocasionales y que generalmente se orientan en torno a tácticas insurreccionales.
Entre ambas posturas hay un amplio espacio organizativo recorrido por un gran número de grupos, federaciones, etc. que sin embargo parece estar menos conformado teóricamente. No obstante, en un momento en que las dos posturas anteriores muestran claros signo de insuficiencia, esta opción va cobrando fuerza. Por un lado, ejemplos como el de Grecia ponen en evidencia que la organización mínima y las tácticas insurreccionales dificultan mucho, cuando no impiden, la participación significativa en los movimiento sociales y las revueltas populares. A pesar de que los compas derrochan dedicación, constancia y valentía, su falta de estructura les impide recoger los frutos de su actividad y proponer líneas de trabajo coordinadas que hagan avanzar los movimientos espontáneos hacia instancias revolucionarias.
En el otro extremo, la organización plataformista contiene los gérmenes de su propia destrucción. A pesar de que a menudo aglutinan a los militantes más serios, dedicados y mejor preparados, su insistencia en una unidad teórica rigurosa (que más que unidad es homogeneidad) suele redundar en escisiones y enfrentamientos en torno a, precisamente, aspectos teóricos. Lo que a la larga dificulta su inserción social, que es justo lo que se quiere lograr con esta forma hipostasiada de organización.
Las insuficiencias de ambas posturas hacen necesario que el espacio organizativo intermedio se estructure más definidamente, tanto a nivel teórico como práctico, mediante una mayor coordinación local e internacional de los grupos y colectivos que lo habitan. No se trata de revisar ideas ni propuestas, ni de fundar una nueva “escuela”, sino de difundir una cierta forma de estar en la anarquía, es decir, de militar y participar, con seriedad y dedicación pero sin dogmatismos, para lograr la adecuada inserción social que permita al anarquismo cumplir su vocación revolucionaria.
Finalmente, y como corolario de lo anterior, se discutió mucho acerca de la participación en los movimientos “espontáneos” que han surgido en los países en crisis y, de manera relacionada, la actuación práctica de los anarquistas. A menudo esta discusión se planteaba como una dicotomía entre partidarios de una revolución blanda y defensores de la revolución en un sentido más tradicional del término. Sin embargo esta distinción es falaz.
Por revolución blanda se entiende, generalmente, el movimiento de formación de cooperativas, federaciones, asambleas, asociaciones, etc., autogestionadas y de orientación anarquista, en el seno del capitalismo, que se desarrollarían hasta conformar un sustituto al estado y al sistema capitalista a los cuales suplantarían finalmente. Por el contrario, los partidarios de la revolución, digamos tradicional, señalan las grandes insuficiencias que presentan estos desarrollos, tanto por las limitaciones que les impone el sistema capitalista, como por la tendencia a convertirse en instancias reformistas, dependientes del estado o plenamente entregadas a la lógica económica imperante. Frente a esto propugnan la ruptura radical, en un único momento de levantamiento revolucionario, que acabaría de una vez con el estado y el capitalismo e instauraría la nueva sociedad.
Decimos que esta separación es falaz, porque una opción no excluye a la otra. De hecho, ninguna de ellas es suficiente por sí misma, sino que son necesariamente complementarias. Para empezar, la crítica a la revolución blanda es acertada. Cualquier organismo autogestionado se enfrenta a graves dificultades y corre el riesgo de experimentar derivas reformistas, que sólo se pueden evitar manteniendo una línea antagónica clara y una orientación ideológica definida con respecto a su finalidad anticapitalista. Sin embargo, son la única manera de aprender la autogestión, a todos los niveles, tanto organizativos como técnicos y permiten prefigurar los problemas que se van a tener que enfrentar una vez superada la etapa revolucionaria. Desde el momento en que se empiezan a desarrollar las instancias políticas y económicas de la sociedad libre, tejiendo poco a poco un ecosistema revolucionario cada vez más amplio y estructurado, este proceso es equivalente a la revolución en sí misma.
Sin embargo, los compas partidarios de esta revolución blanda demasiado a menudo olvidan, o soslayan, el aspecto de confrontación que es inevitable en toda revolución. Si bien esto plantea otro tipo de problemas teóricos a los anarquistas (que no podemos analizar aquí, pero que comprometen la misma posibilidad del proyecto transformador), lo cierto es que no se puede contar con una transición suave de las instancias estatales y capitalistas actuales a las de la sociedad libre, por mucho que ésta vengan ya prefigurada en el ecosistema revolucionario.
Por eso, como ya se ha dicho, ambas posiciones son complementarias y necesarias, con todo lo que eso implica para nuestra práctica cotidiana como anarquistas. Más bien, lo que se trata es de analizar cómo se inserta la construcción del ecosistema revolucionario en el conjunto más amplio de la sociedad, cómo evitar su reincorporación al sistema ya establecido, cómo pasar de una etapa a la siguiente, la actuación de los anarquistas en todo el proceso, etc. Cuestiones todas ellas pendientes en buena medida y urgentes, pero que sólo se pueden contestar de manera colectiva y en la práctica.
Domingo 12 de agosto
Desde temprano se empiezan a desmontar las tiendas. Nadie tiene prisa. Tomamos el desayuno con calma, ultimando las despedidas. Se intercambian los contactos, se prometen las llamadas y próximas visitas. Nos vamos con nuevas perspectivas de trabajo, tareas pendientes, otras que se concretarán más adelante. Unos pocos compas se quedan un día más y miran desolados como se desmorona la utopía a su alrededor. Parece que la opción de quedarse no ha sido muy popular.
Algunos intentan encontrar quien les lleve a sus destinos. Otros más hacen autostop junto a las carreteras. Tomamos el tren. El camino es largo hasta casa.
Nos invade una cierta nostalgia de lo que se acaba. Pero, como siempre, la memoria de la fraternidad posible anima la esperanza de la tarea pendiente.
Los caminos de la anarquía son múltiples y entrecruzados. Arrancan muchas veces de rincones olvidados y oscuros y se dibujan por toda la superficie de la historia humana, hacia un futuro que no existe, pero que se acerca. Se encuentran en nodos imposibles y se separan con la violencia de los desencuentros, pero no se agotan nunca, mientras exista la voluntad de recorrerlos.
Una vez más, como hace 140 años, otro camino empieza en Saint-Imier.